domingo, 28 de junio de 2009

Unión en pareja. Un asunto de encuentros construidos al calor del Amor

Foto Gabriela Perozo Balza 2008


Como dijera un poeta etíope:
“Te amo por quien eres, por cómo me tocas y por lo que escribes “(1009)



Toda relación de pareja, por lo general, se inicia con el sentimiento de atracción de una o de ambas partes, caracterizado por un nutrido conjunto de habilidades y técnicas de atracción las cuales orientan el comportamiento de los involucrados a conquistar la atención de quien resulta elegida o elegido.

¿Se logro llamar la atención?. De allí en adelante cuidamos cada detalle y revivimos mentalmente una y otra vez los momentos agradables vividos junto a esa persona. Esto potencia la relación, la nutre y aumenta nuestros deseos de compartir nuestro tiempo con la o él elegido, jurando amor para toda la vida.


Este juramento de amor eterno se toma aun a pesar de alguno que otro detalle de comportamiento, opinión u actitud que al principio molesta, pero que es de plano, en la mayoría de los casos, obviado por la magia del amor.


Ha, pero llega un momento que la suma de pequeños problemas y desencuentros traen consigo consecuencias que en ocasiones pueden resultar nefastas. A ello se le suma la indisposición del amor que se debilita por desencuentros que por incomunicación o porque simplemente se nos da la gana que se acabe la magia, se constituye en camisa de fuerza a la pasión frenética de los primeros días de novios.

Es muy útil en estos casos revisar nuestros recuerdos para rescatar intencionalmente aquellos instantes placenteros en que nuestro corazón se aceleró marcadamente sólo con un beso, o algún gesto de amor nos estremeció al punto de dejarnos atónitos.

Pero ello no basta, solo el amor se fortalece cuando se crece a unisono y a la sombra de la pasión del vivir cada día repleto del hacer vidas individuales que se crecen en la juntes de la sexualidad como marco de la razón y las circunstancias que se construyen alrededor del Hogar.

La pareja son dos fuerzas humanas que se juntas con intensidades individuales para construir un camino que les lleve a cubrir expectativas de vida en varios aspectos que deben ser conocidos por las partes en cuestión. Es un compartir información continua, es comunicación cargada de la sexualidad de quienes se expresan en función del amor incondicional para llanear sus espacios con toque de la palabra, el gesto, la pasión para caminar al unisonó en sendas que le pertenecen a cada uno pero que nutren la noción importante del Hogar.

Noten que los dos últimos párrafos culminan con la expresión Hogar para asignarlo como el espacio de unión y punto de referencia de la Familia. Es allí donde cada quien deberá expresar sus deseos, pasiones, anhelos, logros que nos permiten crecer en la conformidad de vidas que construyen un camino labrado con el esfuerzo compartido de individualidades que comparten un mismo dial en la vida.


La unión de pareja es divergente, discordes, de gustos y sabores múltiples, contradictorios, con pensares diferentes, pero unidos por la fuerza del amor incondicional que crece en la medida que nos entregamos sin envidia, mezquindad, posesión, arrogancia o dominación.

Si cada uno puede expresar sus deseos y preocupaciones abierta y honestamente muchos inconvenientes podrán ser resueltos. Para esto es condición necesaria que ambas partes se escuchen y sean lo suficientemente flexibles como para aceptar el punto de vista del otro, que no tiene porqué coincidir con el propio.

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