jueves, 18 de junio de 2009

Pades e Hijos (I)

Foto José M Perozo P


Vivimos momentos complejos, los valores sociales aparecen confundidos con la impunidad y la imposibilidad de lograr el bienestar.

La capacidad de planificar o por lo menos soñar con el futuro de nuestros hijos, se ve alterado por factores tales como: inestabilidad económica, inestabilidad de empleos, altos costos de vivienda, salud, educación, en fin por las condiciones socio-económicas que caracterizan un país en crisis socioeconómica como el nuestro.

Debemos ser perseverante en algo que ni la mismísima crisis económica no puede arrebatar: formar a nuestros hijos con personalidad proactiva.

Esto implica el reconocimiento de las dificultades, pero también el desarrollo de formación, creatividad, solidez de valores y la responsabilidad en la conducta.

Dos factores que debilitan la relación familiar son:

a. Es común escuchar que entre el trabajo y las tareas escolares, queda poco espacio para hacer tiempo con los niños o nuestra pareja.
b. Trasladar la falta de afectos, a los regalos materiales.

Es necesario consolidar los lazos de afecto y responsabilidad familiar. El periodo vacacional brinda la posibilidad de desarrollar nociones como reconocimiento y esfuerzo propio a través de ejercicios sencillos que se inician con la demostración de afecto sincero por los logros escolares.

Algunas actividades que podemos desarrollar utilizar el tiempo que disponemos con nuestros niños y niñas en estas vacaciones de fin de año escolar son:

a. Realizar actividades familiares conjuntas: cocinar juntos, realizar refacciones en la casa, ambientar el cuarto.
b. Formemos la conciencia de lo público y el derecho a conocer la ciudad en la cual conviven.
c. Consolidemos su responsabilidad asignándoles pequeñas tareas, que deben desarrollar en horarios específicos.

El cumplimiento de actividades familiares con nuestros hijos contribuye a:
desarrollo de habilidades psicomotriz, creatividad, hábitos y autoestima.

Podemos estabecer cuatro parámetros fundamentales para tener relaciones familiares armónicas:

1 fortalecer los valores.
2 Mantener nuestra responsabilidad y actuar en consonancia con retos que afrontemos.
3 No dejarse invadir de miedos y dudas.
4 Tener una visión de vida.

Ante situaciones de conflicto es importante que los miembros de la familia sientan el apoyo de de todos en las acciones que desarrolle.

La familia es el espejo en el cual nos miramos para llegar a saber quiénes somos. Son los valores de la familia los nos proveen de la fortaleza para lograr la madurez de nuestro comportamiento.
Si modelamos hijos dentro de valores de responsabilidad, honestidad, respeto por el ser humano y estamos de acuerdo en el hecho de que ellos son una unidad autónoma, capaz de emprender su propio camino. Como padres debemos saber cuando las disputas son más un factor negativo, que la simple apariencia de la felicidad.

Aquí tocamos un tema de la serie que nos proponemos abordad en la temática de las relaciones familiares: El divorcio.

En ocasiones, muy frecuentes, como padres aparentamos mantener buenas relaciones.

Paro objetivamente encontramos que a menudo gritos que comunicación, insultos, descalificación, agresión, desobediencia que tiene como saldo el distanciamiento, subdivisiones y la pérdida de un proyecto de vida conjunta.

En las familias ordenadas:

1 Comunicación abierta
2 Valores definidos
3 Aceptación de diferencias
4 Apoyo y solidaridad
5 Respeto a la individualidad

El divorcio debe conducir a la reflexión, a tomar conciencia de la responsabilidad compartida por los hijos, al perdón y a la cooperación por lograr el bienestar de todos.

Es necesario comprender que los vínculos efectivos entre padres e hijos no se pueden romper ni ser utilizados para dañar a alguna de las partes.

Los sentimientos de culpa, soledad o rabia que se pueda sentir por la antigua pareja, no pueden ser pasados a nuestros hijos.

Recuerden que ellos también están pasando por situaciones conflictivas al sentir la separación de sus padres.

Recuerden que ellos estad sometidos a las presiones que los padres le imponen antes de la separación, pero así mismo los niños tienen sobre si la presión social, por ejemplo la escuela.
Es importante reordenar la dirección de la familia, aclarar los nuevos roles y sobre todo establecer que hay responsabilidades que no puedes evitar.

Por otro lado, los adultos debemos comprender que en ocasiones el divorcio es el mejor camino, no podemos ver solo defectos, recuerden que esa fue la pareja que seleccionamos, con sus defectos y virtudes.

Los afectos se pueden acabar, la honestidad y el respeto por las personas es una condición propia de nosotros. Los peores errores se perdonan en procura de un rompimiento que no afecte a nuestros hijos.

2 comentarios:

alcalordenuestroshijos dijo...

Le felicito profesor excelente escrito, este es un espacio que ha dedicado no solo a la enseñanza de ciertos elementos que se nos escapan por el diario vivir, es entre muchos adjetivos positivos que se le pueden adjudicar un sitio de reflexion que como seres humanos que somos necesitamos para mejorar nuestra actitud ante las circunstancias que se nos presentan y ser cada vez mas proactivos.Le deseo un FELIZ DIA DEL PADRE.Saludos. Bendiciones.

Unknown dijo...

Buen artículo y oportuno tema ¡feliz día del padre!. Valores, respeto, comprensión, comunicación, compartir... son elementos que no pueden faltar en una buena relación padre e hijo; ser padre es ser un modelo de vida... por eso ese modelo debe ser bueno, excelente, porque los hijos se reflejarán en los padres..