miércoles, 16 de marzo de 2011

Ausencia...


De pura ausencia…

En la presencia permanente del recuerdo ando llenando ausencias de la presencia de aromas, que en la brisa impregnan los días de la suave presencia en la ausencia necesaria de lo que será la presencia necesaria de la ausencia.

La presencia es presencia aun en la ausencia, amores que se perpetuán al paso del tiempo, tiempo indolente y cargado de la ausencia que la presencia esta en el amor. Es así la vida del ausente.

Es presencia en el amor, en el aroma, en la sonrisa que recubre de recuerdos la memoria que busca la presencia que en ausencia da la satisfacción de lo que fue o de lo que será.

De pura ausencia se llena la vida de quien en ausencia es energía presente, que en el tiempo crece al aprender que la ausencia es el amor presente.

De pura ausencia te amo más.

Amor...
El amor es existencia espiritual en constante construcción de convivencia armónica para que cada ser encuentre en sí mismo y en el otro la fortaleza para crecer en la incertidumbre de la juntes indiferenciada de personalidades que luchan para refrendar su existencia marcadas en la piel como aromas echados al viento para que recorran camino llenos de la magia de la vida.

Es como la existencia que se evidencia en cada instante de vida vivido en busco
de llenar alma con el crecer en la esperanza por la vida por venir.

Es buscar calmar la sed en la fuente de la imagen ultima de la presencia que a raudal se hace presente en cada luz de aurora, en cada luz de luna, en cada suspiro de vida que en susurro de recuerdos trae a mi tu aroma.

Significativo.....

Cada milésima del pasado es recuerdo en tanto lo buscamos en el inconsciente para recrear el presente de los acontecimientos significativos que evocamos para construir el futuro.

Si es cierto, no todo el pasado es un fardo.

Fardo es el conjunto de mitos y creencias que nos atan al pasado, limitando nuestro entendimiento para dar pasos con a ligera carga de un alma llena de amor y sin ataduras de lo estrictamente malo o lo estrictamente bueno. Fardos que nos ciegan ante la policromía de la vida, de sus emociones; Que no sean los bichos, cocos o lloronas quienes aun asusten nuestra vida. Hoy son otros las creencias que llenan los caminos de la vida de amarguras, haciendo añicos nuestra autoimagen.

El pasado es historia de vida particular, es decir he vivido creando vida. He vivido lo soñado a base de tenacidad y cambio constante de actitud ante el camino recorrido. El pasado es pasado en tanto tiempo de vida de recuerdos significativos, a los que evocamos para reforzar la sensación y emociones.

El pasado se nos aparece de repente para llenar de fe y esperanza la vida.

El pasado sirve para vivir el presente en tanto que hemos caminado, a sabiendas que el camino fue duro, pero sirvió para fijar amores, inteligencia, emociones… Lo vivido debe ser siempre significativo, debemos llenar los días de experiencia significativas. Son significativas en tanto que cruzan nuestro camino contribuyendo a llenar la visión de vida de amor.

sábado, 12 de marzo de 2011

Vivir es un andar de contradicciones...

El silencio para fortalecer el amor por ti mismo y tus semejantes, es la soledad de quien aprende de la oración y fe en el Padre Creador


Somos así un infinito de contradicciones que nos llenamos de amarguras, no obstante que perdemos la oportunidad de amar la inmanencia de la vida, por ejemplo el amor, cual a la caricia del aliento del beso amado se pierde cuando no se aprecia al afecto digno que produce

Vivir es un andar de contradicciones que o las tomas para aprender, o las llenas de malos momentos, y te agobias. Antes de agobiarse, hay que asumir la necesidad de cambio. Con aptitud de quien se sabe Ser de transformaciones, Ser humano para adaptarse a los cambios, en la edad, en el pensamiento, en la sociedad. A cambiar para que la espiritualidad se llene del desaprender aptitudes que agobian, por aquellas qiue te llenan de sosiego.

Sosiego, ese estado de estar como detenido en la dinámica de vivir conciente de lo que somos; sin ir mas alla de lo que tienes, sin menospreciar eso que tienes. De valorar lo que sabes y de sentir que tu vida tiene sentido al vivirla a la manera que deseas vivirla.

Es sentir que tocas el aliento del amor en los labios de quien amas. Es sentir en la piel, la calidez del amor que se pega a ti, que se adhiere como el aliento al sonido de la voz que habla de amor.

Es como reconocerse vivo y sentir que las transformaciones (aun en las situaciones más apremiantes) son cambios mueven tu vida, Es la dialéctica de la vida, en contradicciones necesarias. Es sentir que la vida es un instante tan pequeño de tiempo que vivir el día es un don de Dios, y que cada despertar, es un sueño mas a lograr.

Que vida llena del vivir de lo incomprensible y la incertidumbre necesaria, para hacer que nuestros sentidos sean activos ante el vivir, para que así la vida no se acabe en un suspiro del día.

Silencio…
El silencio cuando me pertenece solo a mí,
es soledad para crecer en espiritualidad y comprensión que solo el alma sosegada,
se llena del amor incondicional para vivir a plenitud.
El silencio es útil cuando no hay palabras con valor que merezcan quebrar la soledad para aprender de mi mismo y del mundo que rodea el contexto íntimo de mi existencia.
Es silencio para aprender, que cada palabra es importante para dar comprensión, amor, amistad, afectos que claman salir para que la fe y la esperanza sean sueño realizado con la bendición de Dios.
El silencio para fortalecer el amor por ti mismo y tus semejantes, es la soledad de quien aprende de la oración y fe en el Padre Creador.