sábado, 12 de marzo de 2011

Vivir es un andar de contradicciones...

El silencio para fortalecer el amor por ti mismo y tus semejantes, es la soledad de quien aprende de la oración y fe en el Padre Creador


Somos así un infinito de contradicciones que nos llenamos de amarguras, no obstante que perdemos la oportunidad de amar la inmanencia de la vida, por ejemplo el amor, cual a la caricia del aliento del beso amado se pierde cuando no se aprecia al afecto digno que produce

Vivir es un andar de contradicciones que o las tomas para aprender, o las llenas de malos momentos, y te agobias. Antes de agobiarse, hay que asumir la necesidad de cambio. Con aptitud de quien se sabe Ser de transformaciones, Ser humano para adaptarse a los cambios, en la edad, en el pensamiento, en la sociedad. A cambiar para que la espiritualidad se llene del desaprender aptitudes que agobian, por aquellas qiue te llenan de sosiego.

Sosiego, ese estado de estar como detenido en la dinámica de vivir conciente de lo que somos; sin ir mas alla de lo que tienes, sin menospreciar eso que tienes. De valorar lo que sabes y de sentir que tu vida tiene sentido al vivirla a la manera que deseas vivirla.

Es sentir que tocas el aliento del amor en los labios de quien amas. Es sentir en la piel, la calidez del amor que se pega a ti, que se adhiere como el aliento al sonido de la voz que habla de amor.

Es como reconocerse vivo y sentir que las transformaciones (aun en las situaciones más apremiantes) son cambios mueven tu vida, Es la dialéctica de la vida, en contradicciones necesarias. Es sentir que la vida es un instante tan pequeño de tiempo que vivir el día es un don de Dios, y que cada despertar, es un sueño mas a lograr.

Que vida llena del vivir de lo incomprensible y la incertidumbre necesaria, para hacer que nuestros sentidos sean activos ante el vivir, para que así la vida no se acabe en un suspiro del día.

Silencio…
El silencio cuando me pertenece solo a mí,
es soledad para crecer en espiritualidad y comprensión que solo el alma sosegada,
se llena del amor incondicional para vivir a plenitud.
El silencio es útil cuando no hay palabras con valor que merezcan quebrar la soledad para aprender de mi mismo y del mundo que rodea el contexto íntimo de mi existencia.
Es silencio para aprender, que cada palabra es importante para dar comprensión, amor, amistad, afectos que claman salir para que la fe y la esperanza sean sueño realizado con la bendición de Dios.
El silencio para fortalecer el amor por ti mismo y tus semejantes, es la soledad de quien aprende de la oración y fe en el Padre Creador.

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