sábado, 25 de diciembre de 2010

Feliz navidad...


Recibe mis deseos de buenaventura para tu familia; que Dios los colme de unión, salud y amor. Que sean bendecidos en familia por la Virgen María. Que sean en ti motivos de felicidad y esperanza en el esfuerzo de construir tu camino de logros para crecer y llenar de afectos a quienes a tu lado tienen la dicha de compartir una Feliz Navidad.

Natividad que es nacer en fe y esperanza por el camino que se construye. Por la vida que se desea vivir, para la cual se trabaja con honor, ahínco y honestidad, sea digna para quienes a nuestro lado caminan.

Para que la dignidad de vivir sin rencor, amarguras, envidia y envilecimiento nos otorgue el sosiego de quien se siento agradecido de Dios por la vida que le otorgo, como natividad de Ser nacido para ofrendar la Dignidad como ejemplo de vida.

Vivir en sosiego para andar en el crecer de la juntes de quienes son realizadores de sueños. Navidad para quienes creen en sí mismo como creación única en la gracia de la Virgen María, creación de vida para compartir todo lo que por tu esfuerzo recibes.

Navidad de felicidad compartida, como aptitud ante la vida, como deseo de crecer en la adversidad como en la abundancia. Navidad de amar, de sentir en piel la necesidad de la vida en el amor, para que sea reafirmada la fe de lo que deseo construir en la unión de la vida.
Es Navidad, para reafirmar que todos los días de mi vida nazco a la vida que Dios en gracia me ha dado para cultivar.

Gracias Dios mío, gracias hija por los afectos de sentir que vives en tu vida, en tu hoy, llena de la felicidad de comprender y luchar por tu camino.

Cuanto camino de a pie he recorrido, desaprendiendo para comprender que se nace todo los días a la vida, que la natividad es acto creativo del diario discurrir, que cara a la brisa que llena del amor, de la felicidad, de los afectos compartidos se nutre de levantar la mirada a sabiendas que actúas con fe y esperanza.

Seamos fuertes ante la miseria de quienes envilecidos por la facilidad material de la triquiñuela del desvivir, presa son de la negación de la aptitud que otorga, la felicidad de sentir en ti mismo, el honor que da vivir con dignidad.

Nazco a la vida todos los días, agradecido de la gente hermosa que llena de episodios épicos la aventura de vivir entre ellos, entrometidos en vidas que por ser compartidas, dan la posibilidad de aprender de tanta mente, palabras y gestos llenos de sabiduría.

Nazco a la vida, todos los días que con ahínco construyo el pedazo de vida que deseo vivir.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Soy lo que soy, en afectos.


I

Seamos fieles a nuestras convicciones; No negociemos nuestra dignidad, ni aun por amor.
El amor ennoblece, sin que menoscabe principios y valores.
El amor no pide ni busca doblegar nuestros principios, al contrario, los fortalece con la comprensión y la sabiduría de quien aprende que es facultad de seres nobles de corazón.

II

Cada camino recorrido deja en nuestra alma el sabor de lo vivido, bien en amarga enfronta del dolor o bien la sublime savia en la cual fluye la agradable armonía de saber que ofrendaste los mejor de ti al logro. Sea entonces cada día de ir tejiendo mis deseos en quienes amo, para que llenos de mis afectos puedan ordenar coordenadas para que en el aquí del ahora enrumben con renovad esperanza y fe, el deseo de andar los caminos, que de mi mano les ofrezco.

III

Es amor incondicional, sublime, colmado de la paciencia de comprender que lo deseado se logra con el esfuerzo de construir cada día, el camino de afectos que de a poco llena de piel del deseo de hacer, de construir a fuerza de amor insaciable, de sentires en el alma, la causa que deseo seguir.

Así juntos, llenos de la energía de saber que hay honestidad, amor, solidaridad, visiones de un proyecto de vida tejido en afectos, saberes, pasiones motivos que en la juntes de la vida permitan reencontrarnos en los pareceres dispares y fortalecernos en las confluencias.

Es caminar en la gracia de Dios, como seres que humanos, llenos de virtudes y defectos, seamos transparentes y cálidos con quienes a nuestro lado transita la vida. Es como decir, este soy yo y aquí estoy tal como soy.

Es como sentir que la vida está llena de seres que son especiales por humanos dignos, que se equivocan, pero que, al fin y al cabo so0n capaces de reconocer sus errores. Que no basta juzgar, es importante reconocer el valor de nuestro semejante. Ya habrá tiempo para juzgar, ahorita necesito es tu palabra de aliento.

IV

Es el amor a los hijos, cálidos, únicos, con su personalidad enérgica y llena de un no sé qué, que los hace particularmente desconocidos en esa hermosa personalidad que a fuerza de amor contribuyes a formar. Pero que esta fuera de ti, solo dale amor, comprensión, palabras, motivos para que este junto a ti, explicándote lo incomprensible de la vida con su sabiduría. Sí, son sabios nuestros hijos; Están ávidos de darnos a conocer sus pareceres y concepciones del mundo. Comparte su visión de vida, ellos son quienes continuaran la maravillosa obra de la creación.

V

Solo el amor que fluye de tus aromas, humedad y divina presencia da para comprender que el amor esta hecho presencia en ti, en tu piel, que aropa la sublimidad del amor con el cual se atrapa la vida al deseo de vivirla compartida con un ser especial, Así es el amor para quien a tu lado está dando vida a la vida, pero así mismo es continua esperanza que si se puede vivir compartiendo el parecer de poseerse el uno del otro y viceversa, en un compartir sombras que son divertidas siluetas que se juntan en una sola presencia, cálida y llena de afectos.
Solo es el camino que deseo seguir. Así soy y aquí estoy en esta vida.