domingo, 20 de febrero de 2011

Actitud hacia el amor



Somos más que la imagen exterior;
No se ama la máscara o la imagen externa de la personalidad;
se ama a la persona misma.


La actitud amorosa no responde a dependencia o dominio; no es dócil, pero tampoco agresiva. No manipula, no inculpa: No se reafirma neuróticamente, imponiendo opiniones.
Quien aprecia la vida, comprende que tanto su personalidad, como la de los demás tienen un valor incalculable en sí misma, por ser un don maravilloso dado por Dios.

No valore a los demás por lo que le dan o espera recibir de ellos,
o simplemente porque opinen y compartan similares creencias que las de usted.

Solo busque en los demás lo que de usted deja
como afecto hacia lo que representan en usted.


Simplemente debemos tratarlos igual, así de sencillo, como deseo ser tratado Usted o quien escribe estas líneas. Todos deseamos ser tratados con afecto, con amor, con dignidad.
Todos deseamos recibir con agrado un trato humilde, digno, franco, honesto, tolerante. Un trato que solo puede dar quien mantiene una actitud proclive al amor a su semejante, como a sí mismo.

Quien ama es agradecido y no alberga remordimientos o culpas.


El amor genera sosiego, da confianza y unidad. Es una actitud para el crecimiento en sí mismo. El amor es crecimiento reciproco, constructivo, sensible a la necesidad, Quien ama evita el dominio o el sometimiento y los conflictos innecesarios.

El afecto que nace en el amor, es transformador, inspirador, fomenta la unidad en la pareja, la familia, entre quienes comparten ideales, en fin entre quienes compartimos este pedazo de mundo.

Así mismo es, Amor a Dios, y su máxima creación la vida y nuestro planeta Tierra que nos dio para albergarla y protegerla. El amor es afecto protector, fiel y enérgico para luchar por ideales y hacer que nuestros logros perduren.

El amor jamás permite que la vida sea efímera en felicidad. Amar es propio de nuestra naturaleza. Solo cuesta el deseo de sentir en piel emociones, sentimientos, gustos que están en nosotros para ser compartidos. Es deseo que permite sentir que la vida tiene sentido al tocar a quienes a nuestro lado caminan con sentimientos recíprocos, Es la palabra, el gesto que voz a nuestros sentimientos. Es afecto que le otorga sentido a lo que expreso en tanto deseo ser vida en la senda que vivo y comparto con quienes amo, con quienes me aman.

Camina placido por la vida, deja que cada palabra sea sensata, se tolerante y llena cada expresión de tu voz del afecto que surge del amor. Solo las sociedad que se llenan de la espiritualidad de vivir plenos en afecto, surgen grandes y llenan de prosperidad a sus pobladores. Considera que hay sociedades donde la riqueza de sus recursos dados por la naturaleza, no son suficientes brindar calidad de vida. No es sobre la riqueza material de las naciones que obtiene el ciudadano la riqueza espiritual. Este solo devine del sosiego que aporta la actitud hacia el amor.

El amor es intrínseco a la naturaleza humana, estamos hechos para el amor, para amar y ser amados. Somos creados del amor de Dios y creamos vida en la unión del amor. Pero así mismo, el amor es la representación ideal de la familia, de la posibilidad de educare para Ser Dignos consigo mismo y con los demás.

Cada segundo es una aventura al amor, al vivir llenos de entusiasmo, humor y sentido del deber, que nadie se crea que el descanso es ocio, es renovadora pausa para recrear lo creado, asumir los hechos, comportarnos a la altura de las exigencias de vivir la vida que en la bendición de Dios disfrutamos vivir cada segundo de esta amada vida que nos ha tocado vivir