Desde el Punte Rafael Urdaneta. Foto Gabriela Carolina Perozo Balza 2008El Amor a nuestro Padre Creador y su Santa Madre, a nuestra familia por ser epicentro de nuestras emociones y pasiones. No estamos solos, nos debemos otros seres que como nosotros sienten y expresan amor.
El amor a nosotros mismo, por lo que somos y por lo que seremos, difícilmente podremos expresar amor, sino lo sentimos por nosotros mismos. Aprender del amor incondicional que llena nuestra vida sentimientos para poder desarrollar todas las otras virtudes del Ser.
Aprender de uno mismo, inicio de la construir de hábitos para descubrir la armonía necesaria que se inicia irremediablemente en cada uno de nosotros. Somos la existencia a desarrollar, a llenar voluntad, coraje, paciencia, humildad, benevolencia, sabiduría y paciencia.
El amor nos hace generosos y agradecidos; Se da sin pretensiones de pertenecer o poseer, es solidario, generoso y paciente. El amor da energía, nos deja sin aliento pero reconfortados en la entrega placentera de la unión de almas que se llenan el uno al otro.
El amor no se extingue, es incondicional e inagotable; No discrimina, es la mejor cura para la amargura, la envidia y el desasosiego.
Quien asume una actitud favorable al amor, no se somete a la dependencia ni al sometimiento, no es agresivo e ni iracundo, no manipulo ni oculta sus sentimientos. El amor se da cuando lo vives y lo sientes para ti y tus semejantes
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