domingo, 18 de enero de 2009

El juego: fuente de desarrollo socio emocional del niño


El juego hace de puente entre la experiencia concreta y el pensamiento abstracto (de la acción a la representación), en la medida que evoluciona desde su forma inicial de ejercicio sensorio-motriz hasta su segunda forma de juego simbólico o de la imaginación hasta llegar a conformar experiencias concretas de expresión emocional del niño o niña.

Según J. Piaget, en el niño niña todo es un juego, desde los primeros meses de vida el niño o niña inicia juegos que en sí mismo contribuyen de manera esencial al desarrollo motriz: balancea los brazos, manipula objeto en ejercicios sencillos.

Las manifestaciones tempranas de juego en el niño se inician, por ejemplo cuando la medre se esconde del niño en la cuna y reaparece con sonidos y expresiones de alegría. Sin saberlo en muchos casos este juego es de alto contenido simbólico y de aprendizaje que le permite al niño relacionarse con objetos y una forma de interacción social agradable para el niño.

El juego que se inicia en la etapa infantil, nos acompaña durante toda la vida como fuente de desarrollo socio emocional.

Nada más grato que jugar con nuestros hijos para disfruta de la imaginación y la risa como fuente de salud emocional.



Efecto de luz. Foto Gabriela C Perozo B



Pareja saludable


Los Adultos que forman una pareja, sopesan sus intereses: dinero, posición social, atractivo físico, solidaridad, como patrones para elegir.

A nuestra manera de entender en la pareja deben existir tres dimensiones básicas:

1. Amor
2. Responsabilidad compartida
3. Compromiso

La pareja puede conformarse de manera indiferente en cuanto al nivel de autoestima individual. Ambos con autoestima elevada, uno con autoestima baja u elevada.

La pareja debe marcar un crecimiento individual y de pareja. Una pareja en la que sus miembros no se estimen, no se comprenda a sí mismos o al otro, difícilmente podrá alcanzar niveles de armonía satisfactorio.

Cada persona tiene su dignidad, y es capaz de ser individualmente un ser capaz de formar parte de un proyecto de vida, entre los que se encuentra la familia, procreación de familia, educación de hijos.

La dominación de uno sobre otro no tiene cabida en la pareja con autoestima. La dominación deriva de la ignorancia. Por otro lado, no tiene sentido el enfrentamiento entre uno y otro.

El hombre y la mujer ni son ni pueden ser iguales. Al unirse permanecen distintos y se desarrollan y desarrollan su relación.

El hombre y la mujer en pareja son independientes, sin que ninguno de ellos sea superior o depender del otro.

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