martes, 17 de noviembre de 2009

El pensar en ti, para los demás.


Después de trajinar el mundo del Yo mismo, es bueno sacar a pasear ese intimismo, que le permite al Ser pensar en situaciones y pareceres asimilados del observar el vivir en sintonía permanente con la gente que muestra sentimientos y pareceres llenos de emociones.
Son textos leídos, tomados y escritos de los grafitos de la vida que sin ser propios, no nos son ajenos. De seguro todos nos veremos reflejaos de cerca o lejos, pues el mundo de las emociones es rico e similitudes pero generosamente extraño en todos y para todos.

Bueno aquí vamos.

I
Dejo palabras al viento para que al ser escuchadas den fe y esperanza al amor, he allí el misterio de la vida.
Es el tiempo el aliado
El amor bondadoso, con quien ama
La desesperanza está llena de esperanza.

II
La razón del amor es infinita y llena de muchos caminos para la juntes de las almas que así lo desean.

III
He allí el hombre
He allí la mujer,
seres que en su búsqueda, abrieron el corazón a la esperanza con fe en el futuro.
Es la búsqueda de la razón y la pasión conjugada con el deseo de más vivir, de más buscar en el aire el aroma.
Es ese mismísimo corazón que se abre, al más adelante, al hasta luego cerquita; a futuro encontrado.

IV
Es solo la fuerza de la fe y el amor que, siembran la vida de armonía para aprender a esperar.
Solo los sueños nos pertenecen y llenan de ilusiones, que al amanecer buscas en el camino para darte la fortaleza para volver a soñar

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