Mentir de pura piedad

Mentira piadosa

Palabras que se dicen para no causar disgusto o tristeza.

Nos mentimos continuamente y le mentimos a otros, a nuestros hijos, a la pareja, a quienes son nuestros fraternos amigos.

Mentir es un hábito que se desarrolla en la personalidad, como acto de piedad hacia los demás.

Pensamos que hacemos un favor, para no darle sufrimiento o penas.

Mentimos para dárnosla de vivo, de más osado que los de más.

Mentimos sobre el amor, la primera novia ficticia de la escuela, de nuestros logros ante terceros.

Mentimos a los padres, los maestros, hermanos y son mentiras que justifican una conducta que, en la mayoría de los casos, es perdonada o aceptada. Por ejemplo, no estudie maestro, yo regreso temprano, yo te amo a ti sola, y no tengo otro amor u otra novia.

Por qué mentimos? Cuando mentimos demostramos sentimiento de inferioridad o de culpa, temor a la competencia, para alardear, ocultas frustraciones, culpabilidad, deshonestidad o simplemente por hábito social.

Es un recurso fácil para quedar bien o salir de una situación que requiere de actos y respuesta idónea ante el trabajo o la familia, por ejemplo, somos tan dados a la mentira que el dicho Ojos que no, ven corazón que no siente es un máxima de felicidad en la pareja desde tiempos ancestrales.

A fuerza de mentiras crece en nuestro ser la envidia y la incapacidad.

La mentira golpea fuertemente la autoevaluación y la voluntad de crecer como ser que mira la vida de frente y con coraje.

Confía en ti, en quien eres y como eres, no te juzgues con extremos, ten confianza en los demás y por sobre todo ten confianza en ti.

Escritos marginales...

No creas que es puro espíritu;

Es sensualidad,

es piel explorada,

es penetrar en busca de los sabores y olores de la pasión.

Quien sabe esperar demuestra la serenidad, comprensión, honestidad y respeto para disfrutar la consumación de la pasión del encuentro,
cuando ambos cuerpos lo deseen y no puedan contenerse.