miércoles, 18 de enero de 2012

Virtudes II


Llénate de la espiritualidad de tu existencia, para que tu razón sea sabia.

Autor: José Manuel Perozo Piña

La virtud devenida de la espiritualidad innata del Ser Humano, otorga a la razón la posibilidad de la sabiduría, la cual junto al intelecto y las emociones se constituían para Platón, herramientas esenciales para forjar ideales y comportamientos idóneos en condiciones concretas que definirán nuestro estilo de vivir.

Vivir es actuar apegado a la razonamiento de ideales fundados en la Fe, en el justo razonamiento de lo que a juicio de la integración de la justica y la equidad establecen lo que individuo, como unidad de espiritualidad, pero a la vez sujeto social, consolida una conciencia social orientada por la virtud expresada en sabiduría, valores y autocontrol, las cuales en el modelo de Platón permiten actuar de forma correcta, al razonar lo que a conciencia se puedo o no realizar.

Si bien la sabiduría nos brinda la selección, el valor es la carga emocional, perceptiva e ideal de asignar preferencia a lo que se puede o no realizar. El individuo se integra con su carga valorativa a la sociedad, en tanto adecua su actuación a la interacción de emociones, voluntades e intelectos mediante la valoración ponderada que brinda el autocontrol de quienes interactúan. Es la virtud la que nos permite distinguir entre el bien y el mal como accionar moral de nuestra vida cotidiana.

No es de líderes iluminados el intelecto y la sabiduría; es una condición devenida en el ser humano a cultivar, a educar en valores espirituales y sociales. La educación sustenta al Ser Humano independiente, digno, honesto, solidario y socialmente responsable. Un Ser Humano que cree en si mismo, cultiva sus capacidades intelectuales, morales, creativas y es innovador en sus relaciones consigo mismo y sus semejantes.

Una aproximación a la temática de los imaginarios sociales seria ideal observarlos desde el plano de la sociedad de ciudadanos educados, consientes de sus potencialidades y que no están dispuestos a vivir del Estado. Esta sociedad de Seres educados en valores y virtudes, representaría fin el Estado Benefactor y de líderes providenciales, aupados por el nepotismo, la prevaricación, cooptación y la impunidad de la parcialidad de la camarilla de funcionarios del Estado.

Las virtudes en su esencia espiritual, nos llevan a comprender que la sociedad no es solamente el conjunto de seres humanos, es la conjunción de la razón de los Seres Humanos con su medio de hábitat, o medio ambiente o naturaleza o universo que lo recibe para “fundar” una comunidad que, en armonía, se sirve de los beneficios que se le otorga para actuar con razón económica, social, cultural, ambiental en pro de sus semejantes y el medio ambiente en si mismo.

2 comentarios:

Maite dijo...

Un texto muy acertado.

"La Virtud de las Virtudes" Significa un todo.

un abrazo.

Rebecca Rosenbaum dijo...

hola José,
me alegra leerte.
Cuando el ser humano es igual. Es lo que amo en la religión.

un abrazo^^