miércoles, 21 de abril de 2010

Lo esencial de la vida, es la vida misma...


Valorar lo esencial

Es en los actos más convencionales de nuestra vida cuando nuestras actitudes y emociones dice más de lo que somos. Dicen de nuestros valores, costumbres, aprendizajes, amores y deseos.Es el diario amor por nuestros hijos como aprendemos a valorar sus palabras, pensamiento, logros y deseos. Es de escuchar con amor sus diarias aventuras.

Es el abrazo diario, que se repite diariamente, es rutinario, pero único e irrepetible cada día.Cada abrazo y sonrisa que damos a nuestros hijos es único en ese momento.No dejemos un solo instante de disfrutar lo esencial de la vida.

De la caricia del amor vital, que se da furtiva al ser amado, del amor de todos los días que se vitaliza y se hace presente después del hasta luego.

Lo esencial en ocasiones por ser del día al día lo trivializamos. ¡Si ya te dije que te amo, por que debo repetirlo! ¡Qué banalidad eso de un beso de despedida, si ayer te di uno!

Es que es de todos los días, demostrar el amor, el respeto, la admiración en quienes están a nuestro lado, son esencia de nuestra existencia.



Bienvenidos a la vida, es única e incansable de afectos y emociones


Llena de caminos que por desconocidos dan el sabor de la expectativa, el sentido de atinar, viento de velo favorable para saciar la necesidad de Ser.

Es la vida llena de sinsabores y amarguras de saber que el tiempo ha pasado, del ir y venir de vidas que acumuladas son anecdotario tragicómico de esta historia de vivir, que aun hoy tienen esperanza y fe en la vida por venir.

Bienvenidos a la vida de nuevo, al escribir sobre ideas que colmadas de palabras de lecturas al ristre dejan el sabor de la existencia valiosa para dejar en materia y espíritu la constancia del vivir en la esencia de otros que son esencia de nuestra existencia.
Si, bienvenidos a la vida necesaria del saber que el tango es música de baile de dominio o que el beisbol no es solo político, que ideología no es conciencia.

Que la felicidad esa una forma de entrompar la vida a pescozones para que entienda que así se baila el joropo, zapateado y en tierra.

Para inundar el vivir del diario con caminos llenos del calor de nuestra presencia llena de amor y comprensión, con la Bendición de Dios.

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