domingo, 25 de octubre de 2009

Dejame sin aliento

A cielo abierto en brumas de luz, Foto Gabriela Carolina, 2008

Deseo compartir con ustedes este intimismo,
característico de palabras que buscan oídos para la razón


Déjame sin aliento,

Déjame para siempre aroma de presencia de amor sublime,

Déjame para siempre la piel que llena de caricias, es presencia en mis sentidos que buscan llenarse del aroma a la lluvia que lleva tu nombre por siempre.

Déjame sin aliento, en esa única vez, que se ha quedado pegada como luz divina que persigo y lucho por alcanzar, para llenarme, para saciarte en la búsqueda de ti en mi, en la piel, en la sonrisa de quien está hecha de imágenes que recrean el amor como sublime esperanza y concreción de la vida.

Llena de la energía para hacer de cada momento de ti, la perfecta gracia del tiempo infinito que te llena de sublime pasión por las cosas que haces, para fundir de sentimientos, los sublimes momentos de tu sonrisa cuando tocan al afortunado que disfruta de tu presencia.

Hacer detener el tiempo quisiera, congelarlos y hacer que cada figura sea congelada para llenarme de tu presencia de a poquito, de a poquitico, alargando el tiempo para sentir que hay razón para seguir pensando en la vida a construir en la bendición de Dios.

Déjame sin aliento para tener fuerzas para llenar de amor tu camino, que nadie ose mancillar la luz de tu camino, Déjame dejarte sin alientos para que juntos llenemos las almas de la sublime presencia del amor, para que sea en nosotros mismos uno solo de dos que luchan por seguir creciendo en su ser único, para que en la juntes de la vida sean fuertes ante el camino a construir.

Déjame sin aliento, para aprender amar de la forma como solo tú lo haces, déjame sin aliento para dar en tu piel la suave caricia que busca dar en ti lo que nunca dieron en mí.

Déjame sin aliento para crear cada día amor.

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