domingo, 14 de agosto de 2011

Solidarios, en la Gracia de Dios



Escrito a la margen del camino diario, expreso a viva voz que somos más que un tumulto de gente, somos afectos que compartimos para hacer que la vida dada, sea unidad en busca de la paz, la armonía y el amor.


Escrito que comparto también en mi blog Ethos y culturas, pues considero que hoy llamo la atención a encontrar senderos que más allá de dividirnos o igualarnos, nos invita a unirnos en el respeto a la diversidad de pensamientos, ideales y creencias, con la dignidad de quien es ciudadano de este planeta.


Siempre el camino andado, tiene tras de sí la posibilidad de llenarnos del vivir momentos aleccionadores que, en conjunción de otros y para otros, participamos de una causa justa. Ese sentimiento, que nos mantiene unidos a los afectos que dan sentido al valor de vivir en comunidad.

Es ese sentimiento que lleva consigo, sentir que una sonrisa, es el mayor agradecimiento, una palmada es la gratificación de quien, siente que formamos parte de una humanidad dinámica, activa, sementada en la fe, de quien recibe la vida, para expresar la Gracia, de que cada cosa que hacemos vale la pena hacerla, para bien de sí mismo y nuestros semejantes.

Seamos pocos en la ira, la furia, la intolerancia y la envidia. Somos más que eso; somos seres que nacemos gracia a el hermoso acto del alumbramiento a la vida como acto de fe, que la humanidad, por más que la fustiguemos, somos más que la fatalidad del fatalista, que aun a pesar de la vida, solo acata a ver el terrible momento del error.

Es sentir el amor que sientes por tu fe, por quien eres, por tus seres amados, y más aun por aquel que tiende su mano para que aferrarse a ella, cuando sentimos que estamos al borde de la nada. Es sentir que tu mano es asidero seguro para quien, siente que se lanza al vacio, Es esa oportunidad de sentir que somos parte de algo maravilloso, de vivir en este momento único.

Nada más propicio que la solidaridad para lograr fidelidad, comprensión, justicia, entre otros valores que refuerzan la dignidad de sentir que somos parte de un familia, de una comunidad con la cual tenemos lazos de amor, fraternidad e identidad, lazos que nos integran a eso que llamamos bio-humanidad.


La solidaridad es:
Una virtud, que se refleja en el servicio y el bien común, cuya finalidad, se refuerza en el discernimiento y la empatía, para aminorar las carencias espirituales y materiales de nuestros semejantes.

La solidaridad evita el individualismo, la egolatría, la envidia y el egoísmo. La solidaridad aminora el autoritarismo y el personalismo como signos de expresar relaciones entre instituciones y ciudadanos.


Es tan necesaria la solidaridad para fortalecer la conciencia de ser parte de la biodiversidad, en la que Gracias a Dios tenemos vida y la oportunidad hermosas de aprender a convivir en armonía consigo mismo. Es sentir que eres parte de de un todo, que se hace todo en tanto tu existes, para cumplir con humildad y dignidad, ese pedazo de historia que toca construir con fe y esperanza la vida que deseas vivir.


2 comentarios:

Abuela Ciber dijo...

Dejo deseos de que goces una buena semana!!!!!!

Y que...

"Mires todo lo bello , hasta en la tempestad"
(web)

Cariños

Abuela Ciber dijo...

Lenyendole.

Sabios sentires expresados con tanta fluidez, hacen de la lectura de los mismos un pequeño placer didáctico.

Pastillas de solidaridad deberiamos regar por el mundo.

Saludos.