miércoles, 31 de marzo de 2010

Gratitud. I

Atardecer Puente Sobre el Lago de Maracaibo, José M Perozo P


Gratitud, la gratitud es la virtud para reconocer con aprecio y agradecimiento a Dios por el soplo de vida y a nuestros semejantes por cada acto que beneficie nuestros requerimientos, aun aquellos más simples y que quizás pasen desapercibidos en nuestro diario quehacer.

Regularmente lo expresamos a través de dar las gracias; pero la gratitud es una actitud de quien se sabe no está solo o lo puede todo, es reconocer que estamos llenos de fortalezas, pero así mismo de, no todo lo que deseamos lo logramos por un acto individual.

Necesitamos de las personas que están a nuestro alrededor diariamente, y quizás jamás lleguemos a cruzar palabras más allá de un saludo y las gracias por la atención que nos presto ante una solicitud.

Un gesto a dar o recibir basta para comprender que estamos integrados a otros seres que comparten con nosotros la dicha de ser hijos de Dios.

La primera muestra de gratitud esta en cada nuevo día, cada día es vivir en la gracia de Dios, cada día es una bendición de Dios. El primer gesto de gratitud es reconocer y dar gracias a Dios por le vida.

Vívela intensamente, emociónate, enamórate, siente que cada logro es el reconocimiento a nuestro esfuerzo, y deseos de dar lo mejor para satisfacción de quienes a nuestro lado conviven.

Pero es meritorio recordar, que nuestros logros se dan porque se conjugan nuestras potencialidades y dones personales, con la contribución de terceros. No estamos solos en este mundo, es menester reconocer con humildad e inteligencia que solos lo único que podemos desarrollar es el Ego.

Cada mano que estebemos para colaborar es un agradecimiento recibido, que indudablemente pondera, más que por obligación, una actitud propia de quien practica el agradecimiento, la humildad y la generosidad de compartir afectos por sus semejantes.

Recuerda, somos resultado de nuestras acciones, y el recibir y dar es la práctica consciente de quienes aman la vida de forma incondicional.

Toca con amor, gratitud, humildad e inteligencia a tu semejante sin considerar otro aspecto que no sea el respeto por la Dignidad Humana.

Se ama la vida con toda la intensidad como se siente vivirla intensamente cada segundo. Somos resultado del amor intenso de quienes en nombre del amor se unieron para concebir la vida.

De allí que la gratitud enriquece y nos llena de felicidad, es sentir que somos parte de la creación de Dios.

martes, 16 de marzo de 2010

Me acompañan a transitar en felicidad.


Amarillo natural, José M Perozo P, 2008


Otro tema impostergable es la felicidad;
A la felicidad no se llega ni se busca.

La felicidad es una manera de ser,
de encarar a vida llenos de fe y esperanza
en lo que somos y creemos.

En lo que hacemos;
En nuestro amor al prójimo,
como a nosotros mismos.

Seamos realistas y no nos engañemos,
nunca daremos sentimientos que no sentimos por nosotros mismos.

Comprende y decide tus objetivos y planea tu vida,
solo tú conoces el camino emprendido.

Evita el fatalismo y cultiva el optimismo.

Aprende a pensar, cultiva la inteligencia y el amor
como factores de crecimiento espiritual.

La felicidad es una manera de ser y comportarse
se aprende y comparte.

Ese es mi camino; Me acompañan....

viernes, 12 de marzo de 2010

Ha de Ser, nuestros hijos

Rosadas. Gabriela C Perozo, 2008


Como padres hacemos lo imposible, seguro que si, por procurar el bienestar de nuestros hijos, sin importa la edad. Tal y como nuestros padres lo hicieron con nosotros.

En algunos casos llegamos a la sobreprotección por la inseguridad del país y los queremos mantener el mayor tiempo posible en nuestra casa.

Es más, en muchos casos se casan y se quedan viviendo con los padres por los altos precios de las viviendas o simplemente el alto déficit de soluciones habitacionales del país.

En resumen, hacemos todo por seguir protegiendo a nuestros hijos. Eso está bien, es condición natural, pero estamos capacitando a nuestros hijos para que asuman su responsabilidad y puedan a futuro ocuparse de sus hijos.

No estamos acaso nosotros hoy cuidando a nuestros nietos, reiteramos, no estamos en contra de la unión familiar, solo comentamos que en ocasiones como padres no hemos sido capaz de formar hijos responsables de su propia vida.

Responsables de valerse por sí solos, lo cual implica su formación integral de Ser conciente de su rol en la familia y la sociedad. Sensible a su emociones y sentimientos, con autoestima, autovaloración y autoconcepto.

Hoy día la pecamos de sobreprotección y un rasgo distintivo de los niños que reciben demasiada protección es la falta de interés por los demás y una clara tendencia al egoísmo.

Los niños descubren sus capacidades y limitaciones a base de intentos, de éxitos y aprendizajes sobre la invalorable habilidad de sobreponerse a los reverses de la vida. Es bueno cuando se atreven a equivocarse y más sabio aun cuando saben valorar sus oportunidades

La sobreprotección a menudo priva al joven de la oportunidad de poner a prueba su potencial.

El secreto está en aprender, luchar por alcanzar lo que se desea.

Un gran ejemplo lo tienen en la tenacidad y voluntad de felicidad que como padres le imprimimos a nuestras actuaciones.

viernes, 5 de marzo de 2010

La primera vez...

Amarillo en flor. José M Perozo P, 2008

La Primera Vez, excusa perfecta para tratar una temática evadida en el seno de la familia.
Siempre aclaramos que basamos toda la temática tratada en los valores que como individuos debemos observar, para convivir en Armonía con nosotros mismos y nuestros semejantes.


Una primera vez importante en la vida de todos es el amor, en este caso el referido a la persona que se selecciona para formar pareja.


“La primera vez que te vi, te quedaste en mi como soplo de vida para que germine el amor toda la vida”


La acepción primera vez la relacionamos en primera instancia a las relaciones de novio o pareja que puedan ocurrir en nuestros hijos adolescentes.


Aun cuando queramos evitarle a nuestros hijos incurran en errores, ellos al fin y al cabo tendrán que descubrir por sí mismo de qué modo pueden construir relaciones significativas y como pueden evitar el sufrimiento o relaciones negativas.


¿Qué podemos hacer como padres? Sencillamente contribuir a que se formen en valores sólidos, confianza en sí mismo, que tenga la oportunidad de sentir y dar afecto. Repito es sencillo somos como adultos responsables, los llamados a fomentar las condiciones propicias para que nuestros hijos aprendan a aprender.


Si mantenemos con nuestros hijos una buena comunicación, no habrá sorpresas con la primera vez, en la cual se generalizan aciertos y desaciertos en los cuales incurran. Se aprende del éxito, el fracaso nos deja el sabor de no cometer un error dos veces.


Se aprende en cada día con la atención puesta a nuestros actos, somos racionales precisamente porque tenemos conciencia percibir, deducir y analizar cada acto de nuestra vida. De allí que nuestra primera vez, la recuerda, es un aprendizaje anecdótico para nuestros hijos cuando somos abierto a la relación sincera y franca.


La primera vez que le vi en la escuela, el primer amor, el primer beso, el primer paso del niño, el primer... Es un logro que se lleva con hidalguía cuando en la familia, cada primera vez es motivo de aprendizaje y de rostros felices porque no se tiene miedo al fracaso y se comprende el logro, como apenas paso en nuestro camino a construir.